miércoles, 18 de febrero de 2015

Cadaver Exquisito

Autores: Pablo Silva y María Berga
Tomado sin autorización de https://www.behance.net/gallery/1237043/Cadaveres-exquisitos-%28con-Maria-Berga%29


Érase hace muchos años, cuando pensaba dedicarme a escribir de verdad -esas cosas que pasan cuando somos adolescentes y tenemos mucha más fé en el mundo, o sea, menos experiencia- empecé un taller de escritura poética. No era tan adolescente porque estaba en la facultad, a decir verdad.
El taller, como no podría ser de otra manera, iniciaba con la asignación de lecturas. Había que leer...leer...leer.... y según los profesores, luego ser capaz de imitar. Una vez que eras capaz de imitar, entonces venía el siguiente paso, salir del lugar común.

Claro, dicho así suena coherente, pero soy una persona muy resolutiva que necesita ver resultados.... no me apetecía estar leyendo a Sor Juana Inés de la Cruz o a alguno de esos clásicos.... no me apetecía copiar...yo quería saltar directamente a mis palabras..las que palpitaban en mi, las que venían a verme por las noches.
Así que no nos entendimos muy bien los profesores y yo. Un par de meses después de retiré. La mejor lección que aprendí fué la del lugar común, lo que significaba que algo era "no visto antes" y sobretodo, lo difícil que esto es en la práctica.

Después vino una página web que permitía "publicar" tus escritos. Supongo que hay muchas, pero en aquella época esta representaba una gran comunidad y había cosas de muy buena calidad (Bueno, desde mis ojos que no son expertos) .  En esa página conocí a un poeta "publicado" y a muchos otros que como yo queríamos escribir, simplemente escribir aunque supiéramos que no éramos la resurrección de Neruda o Cortázar.

Fué allí cuando hice mi primer Cadáver Exquisito.

La analogía que vino a mi cabeza en esta postguardia, es precisamente como nuestros pacientes terminan siendo un cadáver exquisito nuestro. Como cada médico los ve ante sus ojos, recorta su parte secreta del puzzle que lleva adentro y que se refleja en el otro. Registra en su lenguaje esa mitad que aflora en el otro, constituyendo su párrafo.
El que viene detrás puede ser totalmente irreverente con las frases previas y donde el otro vió rasgos de personalidad, este ver hipomanía. Asi vamos tejiendo una historia clínica, pero sobretodo un retrato, que nunca ha debido existir. Nadie "es", todos somos un contínuo, un hoy, mañana, pasado... hace 3 años y dentro de 5.

Cada paciente, guardia tras guardia, termina siendo un Cadáver Exquisito.

Sueltas Conversaciones

 

 En medio de una guardia, a las 2:00 a.m., un residente a otro:
-Ya nos queda menos! Sólo dos años más...-
y el adjunto, que estaba sentado dos pasos más allá, con cara de "pobrecillos":
-Será que les quedan dos años para empezar... las guardias no se acaban nunca!-
-Bueno... -dice otro- a lo mejor puedo pasar sin hacerlas....-
-Pero si ni siquiera hay trabajo!- -No sacan plazas de los que se jubilan, no cubren las bajas ni las vacaciones...-
-Bueno, pues a lo mejor me presento otra vez al MIR y hago neurología...-
-¡¡¡Qué?!!! y aguantar esas guardias de Interna? Estás loco!-
-Yo con una privada y una guardia al mes mes iré moviendo-
...y entonces se escucha el sonido del busca .



Hay una adjunto que dice que no se le puede decir nada a los pacientes de sí. (La mayoría de mis pacientes saben de donde soy, mi entorno familiar y muchas de mis circunstancias). Hay un adjunto que dice que hay que hacerles ver a los pacientes que "somos el médico" y no hacer cosas como ayudarles a acercarse al baño o estar pendientes de detalles que "corresponden a enfermería" (Yo me siento al lado de los pacientes en las guardias -confieso que discrimino según la patología- y traigo un dulce si alguno cumpleaños... o un roscón de Reyes el 06 de enero...). Hay un adjunto que usa megadosis en los pacientes psicóticos y además es capaz de indicar hasta 4 tipos diferentes de antipsicóticos a la vez. (Yo cada vez tengo más miedo de indicarles antipsicóticos a los pacientes y cada vez más me planteo si el riesgo de síndrome metabólico con quetiapina u olanzapina vale la pena...) Estoy enumerando cosas que hago totalmente diferentes a mis adjuntos... porque cada día siento que estoy más sola en este mar.


Se presupone que los adjuntos saben más que yo. Cuando dudaba o estaba en desacuerdo, lo único que me reconfortaba era recurrir a los libros...
El Stahl, libro que me dijeron era IMPRESCINDIBLE que me lo supiera si quería ser una buena psiquiatra, ha perdido todo el respeto para mí, desde que leí una noticia por ahí en la que el autor había hecho una gira en latinoamérica promocionando la agomelatina como "uno de los mejores inventos" o algo así. Porque yo me planteo ¿Si quiero ser un médico sin conflictos de intereses, como es posible que estudie por un libro de alguien comprometido económicamente con los fabricantes de las moléculas? El Vallejo me parece un libro aséptico, como que es muy teórico pero no siento que me "ayude" a ser psiquiatra. Ahora estoy usando el de Beatriz.... no se qué (Perdón! Ya lo dije en el post anterior) y Fernández Liria (Creo que es así) y al menos siento que tengo un poo de orientación....pero claro, los ejemplos que ellos usan están para chuparse los dedos... Cuando tengo al paciente delante NO TENGO NI IDEA (¿Que era lo que decía el libro......?)
Luego, claro está, el librito de psicofarmacología de las guardias, el Azanza (Si, editado por un laboratorio). Ese si es verdad que lo utilizo, porque nunca me acuerdo de las cosas de memoria. El RTM que a veces también siento impregnado de conflictos de intereses.... y luego internet. Con todo lo que significa.

Un adjunto a un residente:
-Muchacho, pero si yo no estudié en toda la residencia!-
-Es que siento que no sé nada...-
-No te preocupes, tu apréndete  el caballo de batalla, ya tendrás tiempo de estudiar toda la vida..."

Un auxiliar administrativo de consultas hablando con una auxiliar de enfermería, cuando se les aproxima un residente:
-Perdón que les interrumpa, sólo quería comentarles que no recibo visitadores médicos-
-Pero Dr.! Usted que es tan agradable...mira lo antipático que resultó ser!-
-Bueno, es que...-
-¡No sé da cuenta de que ahora no nos van a regalar nada?!-
El residente no dijo nada más.
Al día siguiente les trajo una caja de boligrafos de colores de los chinos, borradores y libretas...

En la cafetería, un día cualquiera: Un adjunto a otro:
-Vas al congreso en Mordor?-
-Claro! Quién más va?-
-No sé, fulano y mengano, supongo-
-Yo nunca antes he estado en Mordor... a ver que tal-
-No te preocupes, las charlas que hay son todas malas, no nos perderemos de nada y nos damos una vuelta por la tierra media, no tengo intenciones de estar oyendo charlas...-
-Al último que fuí no dieron nada-
-Si, ya no dan nada de esos "pichigüilis"-
-Bueno, ya verás como la pasaremos de bien... seguro te encanta-


Todo lo anterior corresponde a ficción, por supuesto. Cualquier parecido con la realidad es sólo coincidencia. Si alguna persona se siente identificada, que sepa que es sólo producto de mi imaginación.


jueves, 12 de febrero de 2015

Macondo

(Justo al escribir el título, acabo de darme cuenta de las millones de veces que aparecerá este término en cualquier búsqueda de google... con todo mérito, además)


 



 Llevo desde Julio en un Centro de Salud Mental. Me he incorporado lleno de miedos por leyendas urbanas sobre esa rotación pero también con ganas, porque es un poco la Psiquiatría "real" en la que puedes "llegarle a la gente". (Ya en alguna otra ocasión he comentado mi percepción de que si no te importan los pacientes no deberías ser Psiquiatra, porque de eso se trata)

Bueno, es bastante surrealista. Cada centro funciona de una manera diferente. He hablado con otros compañeros que rotan en otros dispositivos y todo se hace diferente, desde la distribución de los pacientes, la gestión de la lista de espera, la derivación a Psiquiatría o psicología....

Los médicos de cabecera que te derivan también son de lo más variopintos y nunca llegas a estar del todo seguro si algunas de las derivaciones son una broma.... dado su contenido.

Paso consulta todos los dias (que no sean los otros que nombré) y generalmente veo a los pacientes frecuentemente.

He tratado de centrar la consulta en soluciones y hacer "psicoterapia breve" (Claro, todo autodidactismo porque yo no tengo formación al respecto...) a través de un libro que me recomendó un adjunto de Beatriz algo y otro señor (Que me perdonen pero no tengo memoria ahora mismo) y otro que se llama terapia centrada en soluciones. SE complementan.... me siento cómodo con ese estilo de trabajo con el paciente. A ver si puedo hacer un experto este año....

Por otro lado, trato de usar lo que dicen las GBPC españolas y ante la duda las de la NICE, si bien muy pendiente de los conflictos de intereses.... trato de repasar interacciones y efectos secundarios y poner el mínimo de medicación....y en aquellos que llevan años: quitar.

Aplicando la desprescripción también mejoran los pacientes. Menos a veces es más.

Respecto a mí y la relación con esta rotación.... Tengo un gen de la impuntualidad matutina...todo lo que sea estar a las 8:00 o menos, es casi imposible..así que llego todos los días tarde. (Allá se fueron los 0.000001 punto de puntualidad.) (Sí, es un sarcsmo porque no me importan las calificaciónes) .

Nunca sabes dnde vas a valorar a los pacientes, en que planta, en que puerta.... surrealista.

Y es que cuando finalmente me siento a un escritorio y enciendo el ordenador, no puedo evitar sentir que entro en un lugar pseudoreal/pseudofantástico y que un día de estos en la lista de pacientes, voy a tener de primera vez a Aureliano Buendía.